viernes, 22 de febrero de 2013

GASOLINERAS LOW COST EN ESPAÑA



¿Cuáles son los secretos de su éxito?

La crisis económica ha agudizado el ingenio de muchos empresarios compitiendo con las grandes distribuidoras petroleras. Se está instaurando en las ciudades un nuevo modelo de negocio que se basa en estaciones de servicio denominadas “low cost”, con infraestructuras simplificadas (superficie más pequeña a la habitual, menor servicio ofertado al cliente, etc.), pero eso sí, el combustible de 0,05 a 0,09 €/litro más barato, dependiendo de la zona.


¿La gasolina es de peor calidad?

Y es que el combustible por venderse a menor precio no significa que sea de peor calidad. La calidad es exactamente la misma, se trata de un producto idéntico, el cual puede ofrecerse a menor precio y al tener una estructura de costes simplificada al máximo, puede repercutirse positivamente en el precio de venta del carburante.

Se trata de un producto sin marca, fenómeno parecido a la “marca blanca” en la alimentación. Suelen ser estaciones de servicio con tamaño más reducido del normal, por lo que se abaratan los costes también en este sentido. No hay trabajadores, solo máquinas que aceptan tarjetas de débito/crédito y efectivo (únicamente sería necesario  una persona encargada del mantenimiento de las máquinas).

¿Se puede repostar diferentes tipos de carburantes?

Suelen ofrecer dos tipos de carburante solamente - Gasolina 95  y Diesel -. No gasóleo de mayor calidad ni gasolina con más octanaje, para no tener stock de producto, abaratando los costes estructurales del negocio al máximo

¿Es un modelo de negocio nuevo y totalmente innovador?

No. De hecho, en zonas rurales de Europa, donde el consumo de gasolina no era tan intensivo y no convenía poner en funcionamiento una gran gasolinera como todos conocemos, ya utilizaban este sistema. Simplemente están trasladando el modelo de negocio a las zonas urbanas.


¿Hoy en día, a quién no le gustaría echar gasolina más barata?

De hecho, está teniendo una respuesta muy buena por parte de los consumidores. Habitualmente no les importa servirse su propia gasolina, teniendo en cuenta que tras el llenado de un coche con un depósito estándar, se consiguen ahorros de unos 3€ por repostaje.

Poco a poco vamos concienciándonos de ello y por qué no destinar esos euros que nos ahorramos a actividades que realmente si nos importan y disfrutamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario